En el presbiterio del templo, en el lado del Evangelio, sobre una lápida situada a unos dos metros de altura e
incorporada con posterioridad a la construcción de esta zona del edificio, se
encuentra una inscripción en latín medieval, que reza lo siguiente:
HOC : ALTARE : EST CONSTRUC
TUM : IN : HONORE : BEATE : :
VIRGINIS : MARIE : SUB : ERA :
: M : C C : L X I I I I :
Su traducción viene a decir que el altar
fue construido en honor a la Virgen María en el año 1264. Esta fecha está
referida, como en la mayoría de los documentos medievales de la península, a la
Era Hispana, que hacía referencia a
lo que se consideraba como la fecha de la conquista de Hispania por el
emperador Augusto. Según este calendario la península quedaría incorporada en
el 716 después de la fundación de Roma, lo que significaría en el 38 a C. El
resto de Europa utilizaba, de forma generalizada desde el siglo XI, la
denominada Era Cristiana, que partía
del nacimiento de Cristo; sin embargo en Castilla no se adoptó oficialmente
hasta 1383, con Juan I. Así, cuando nos encontremos un documento fechado en la
Era Hispana habremos de restarle 38 años para saber su año de la Era Cristiana,
que es el sistema que utilizamos en la actualidad.
Si tenemos en cuenta todo esto que
hemos dicho, concluiremos que la lápida de Palazuelos hace en realidad
referencia al año 1226 d.C.
Estas lápidas de consagración de
los altares suelen describir datos que en ésta de Palazuelos faltan, como son
el día concreto en el que se realiza o el nombre del Abad que la coloca, y son
siempre algo posteriores a la propia construcción del edificio. En el caso de
Palazuelos no debe transcurrir demasiado tiempo entre estos dos hechos
(construcción y consagración) ya que sabemos que los primeros pasos del
Monasterio en su ubicación actual son de 1213, cuando Alfonso VIII dona a
Alfonso Téllez y a su mujer Teresa Sánchez (hija de Sancho I de Portugal), la
villa de Palazuelos. Ese mismo año, estos nobles se la otorgan al monasterio
cisterciense de San Andrés de Valvení con la condición de trasladar el
monasterio a Palazuelos, algo que sabemos realizan rápidamente, pues hay un
documento de 1224 en los que ya se habla de Dominico, abad de Santa María (Dominicus abbas sancte Marie de Palaçuelos), en concreto en el Fuero que se otorga a las habitantes de la
villa.